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La intervención respalda la acción de un grupo de agentes de La Silsa, en Catia - Caracas, conformados una plataforma social de múltiples organizaciones, quienes durante años han enfocado sus esfuerzos en habilitar mejores y más contundentes condiciones de infraestructuras al interior del barrio, tras la desafectación de un grupo de viviendas precarias al interior del barrio en mayo de 2013, al quedar fuertemente deterioradas producto de incesantes precipitaciones que alcanzaron a debilitar de forma peligrosa gran parte de las construcciones existentes. De esta manera se inició un proceso en la zona que implicó demoler el conjunto y reubicar 45 familias hacia nuevas unidades de viviendas estatales habilitadas en un entorno estable de la misma comunidad. A partir de este momento se conformó un vacío insólito de 500m2 de espacio disponible en el núcleo central de uno de los barrios más densos de Caracas. Con esta operación se establecieron los acuerdos para redefinir la ocupación del terreno, evitar la improvisación de otras construcciones, e implementar un proyecto de espacio público vecinal como gen de renovación del barrio, partiendo de nuevas infraestructuras impulsadas por la propia comunidad.

El proyecto es la primera operación de renovación significativa en este contexto, donde se planea conciliar un centro de intercambio entre la comunidad y otros sectores del barrio, impulsando nuevas formas de habitar en colectivo. El desarrollo apuesta por desdibujar límites entre territorios y constituir nuevos protocolos de convivencia social, asumiendo intrínsecamente la condición de corredor público, alojando espacios para desarrollar una diversidad de actividades culturales e iniciativas productivas donde existe presencia activa de múltiples organizaciones locales. Una tipología de parque enfocado en la gestión territorial, centrado en mitigar el riesgo de colapso del propio terreno y las extensiones del barrio, estabilizando taludes y suelos, a través de la construcción de un sistema gradual de infraestructuras que se comportan como cimentaciones, pero también como dotaciones de espacios públicos y equipamientos.

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El proceso de participación soporta distintas acciones, pasando por: a_ La asamblea de ciudadanxs, donde se someten a discusión y se validan permanentemente todas las decisiones del proyecto, con presencia de habitantes y asociaciones civiles del entorno. b_ Reuniones de calle en distintos sectores del barrio, que permiten adoptar las propuestas de la comunidad. c_ Un mapeo de iniciativas económicas y culturales que facilita la cohesión de lxs operadorxs del espacio. d_ Levantamiento preciso del terreno, con actuación de maestrxs de obra y constructorxs de la comunidad. e_ Continuas jornadas voluntarias de limpieza y preparación del terreno, bota de escombros y desperdicios contaminantes.