CASA NÚCLEO

La vivienda, de Aura, Wilder, Moisés y Ángela (la familia Marchán), es resultado del inventario de comprobaciones del programa Viviendas Barriales Productivas, respondiendo a dos realidades: por una parte lo doméstico - productivo, entendido desde y para la producción de alimentos, conocimiento, objetos y productos sociales en general, asociando la vivienda como espacio de emprendimiento y, por otra parte, al desarrollo emergente (asentamiento) de periferia a la ciudad, explorando las condiciones de la vivienda de barrio al tiempo que resuelve la precariedad que se presenta en estos contextos en función a ella.

El proyecto atiende a la actividad productiva a escala familiar, entendida como recurso local para la producción de alimentos, conocimiento, objetos y productos sociales en general, asociados a la vivienda como núcleo productivo. En el caso específico de Aura Marchán, ese entorno de emprendimiento se nutre desde y con su cocina, en una economía barrial no monetarizada, junto a un grupo de vecinos, de los cinco (5) sectores de barrio que conforman la comunidad, que cotidianamente se alimentan en su vivienda y que, a través de un modelo asociativo de cooperación e intercambio de insumos cultivados y/o adquiridos, se apoyan para mantener sus condiciones de vida. Este tipo de vida doméstica y micropolítica económica, posibilita, estimula y desarrolla vínculos productivos como también afectivos.

La nueva vivienda como sustitución de la anterior, es un andamiaje de acciones, saberes y procedimientos locales. Un dispositivo autoconstruido colaborativamente entre los Marchán, catorce (14) de sus vecinos del sector Los 19 en el Barrio Enmanuel Los Sin Techo, y nosotros, en una cooperativa de trabajo temporal que gestionó socialmente el conocimiento de los participantes, con el alcance y la capacidad de adaptarse a la realidad de condiciones ya predeterminadas, a saber, desde lo comunitario: necesidades y demandas, aspiraciones y expectativas individuales y de la organización vecinal;  características de la vivienda de periferia: el patio y suelo de cultivo; características del contexto: parcelas irregulares y topografía accidentada.

El proyecto también se ajusta al inventario y asignación material de los programas gubernamentales de ayuda social en vivienda, proponiendo con los mismos insumos una configuración espacial progresiva, dando origen a más de 10 variaciones de la casa, lo que resulta en un proyecto abierto, permitiendo reducir la inversión inicial y ser transformada, mejorada y completada en el tiempo, según las necesidades, posibilidades y preferencias de la familia.

A partir de esta propuesta singular e inédita para entornos domésticos y viviendas en contextos emergentes de la ciudad, se replantean los protocolos de ocupación del suelo para futuros desarrollos y se explora una referencia de fácil reinterpretación y/o reproducción para la comunidad y el resto de sus habitantes.